Los bosques tropicales y las sabanas son los ecosistemas con la mayor biodiversidad a nivel mundial; asimismo, son dos tipos de vegetación muy divergentes; es decir, tienen formas de crecimiento sorprendentemente diferentes, aun cuando ambos tipos de vegetación se encuentran bajo las mismas condiciones climáticas y a menudo en el mismo tipo de suelo. La mayor parte de las investigaciones sobre el mantenimiento y la estabilidad de los bosques tropicales y las sabanas en un mismo paisaje se han centrado principalmente en cómo interactúan el clima, el suelo y las perturbaciones antrópicas y naturales (como el fuego) afectando el crecimiento y la demografía de las especies arbóreas y herbáceas en ambos ecosistemas. En México ambos tipos de vegetación están desapareciendo rápidamente, quedando en pocos lugares rodeados por ecosistemas modificados por el humano, como potreros (en su mayoría) y plantaciones forestales. Sin embargo, a nivel mundial y en México, muy poco se conoce acerca del papel que juega y suelo y sus microorganismos en el mantenimiento y estabilidad de ambos tipos de vegetación, particularmente los hongos micorrízicos arbusculares (HMA). En esta investigación se compararon los niveles de fertilidad del suelo, la diversidad de HMA, la densidad de esporas, la colonización de raíces y su relación con las variables edáficas, en mosaicos contiguos de bosque tropical, fragmentos de sabana natural, potreros y dos plantaciones de pino, una con manejo (chapeo) y la otra sin manejo. Asimismo, se evaluó el efecto del suelo y la inoculación de HMA en el crecimiento de algunas de las especies características de las diferentes etapas sucesionales. Los resultados mostraron importantes diferencias en los niveles de fertilidad del suelo entre los ecosistemas analizados (bosque tropical, sabana, potreros y plantaciones de pino con y sin manejo [chapeo]), donde el bosque tropical mostro los valores más altos de fertilidad, por el contrario la sabana mostró los niveles más bajos. El bosque tropical y la sabana ...