El volcán Sabancaya durante el 2019, continuó presentando cambios importantes en su comportamiento, los cuales se reflejaron a través de los parámetros de monitoreo (actividad sísmica, deformación, flujos de SO2, anomalías satelitales y térmicas, emisiones de gases y ceniza, composición de las cenizas volcánicas, sobrevuelos con drone). En el volcán Sabancaya la actividad que principalmente se registró fueron los sismos asociados a la dinámica de fluidos y gases al interior de los conductos volcánicos (largo periodo), seguido por sismos relacionados con el fracturamiento de roca dentro de la estructura volcánica (volcano - tectónicos) y por último por explosiones leves y moderadas que generaron columnas eruptivas de gases y ceniza de hasta 3 km de altura en promedio. La sismicidad en términos de energía incrementó significativamente a comparación del año 2018 y 2017. La actividad asociada al fracturamiento de roca se localizó principalmente en los sectores NE, N y NO del cráter del volcán Sabancaya y en menor proporción en las fuentes sismogénicas localizadas al O y SO. Las profundidades llegaron hasta los 16 km. Las magnitudes locales estimadas oscilaron entre 0.1 y 4.1 ML, este tipo de sismicidad, en ocasiones se presentó a manera de enjambres, indicando periodos importantes de intrusión magmática. Respecto a la actividad de fluidos al interior de los conductos volcánicos, mostró periodos de incremento tanto en número como en energía, dichos periodos posiblemente estén asociados al crecimiento del domo de lava, relacionados con la actividad de fluidos, se observaron episodios de tremor volcánico continuo, los cuales, se asociaron a la limpieza del conducto y emisiones de gases y ceniza. Por otra parte, la sismicidad de tipo híbrido a lo largo del 2019 fue muy esporádica, sin embargo, a partir de diciembre, la tasa de ocurrencia de este tipo de eventos se hizo más continua, indicando que aún continua el aporte y/o ascenso de magma; en cuanto a las explosiones, estás se mantuvieron en un promedio de 30 ...