La poesía de Umberto Saba (Trieste 1883-Gorizia 1957) se identifica por un constante sentimiento de melancolía y de tristeza cuyo origen puede atribuirse a su condición de hebreo, a los avatares de una vida no fácil, al abandono por su padre antes de nacer, al período histórico en el que Italia y Trieste sufrían la reiterada experiencia de la guerra, de la invasión extranjera y de la persecución racista o a un temperamento sensible que debió enfrentar los problemas del hombre contemporáneo y de su propia personalidad. La catarsis estética a través de la poesía no resolvió el conflicto, más bien lo sublimó en la aspiración a impedir "la muerte de la personalidad" y a salvar su integridad moral sin apelar a esteticismos ni a experimentalismos vanguardistas. En un lenguaje tradicional y clásico Saba compuso la "poesía honesta" de su Canzoniere.