Plan de Gestión de Riesgo de la Comunidad Sabawas, Municipio de Bonanza 2010

Nicaragua y entre los países centroamericanos por la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos. Según el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, Nicaragua en 2009 se vio afectada por 25 desastres hidrometeorológicos, la tasa más alta en el istmo. En los últimos 30 años, estos desastres han dejado un promedio anual de 1.880 víctimas por cada 100000 habitantes y han causado pérdidas económicas de unos US$2.000 millones. La topografía montañosa del país, abarca 21 cuencas hidrográficas, contribuye a su alta vulnerabilidad a este tipo de amenazas naturales. Esta... Mehr ...

Verfasser: Pedro Rufus, Oscar Eulogio
Dokumenttyp: Abschlussarbeit
Erscheinungsdatum: 2010
Schlagwörter: 378 Educación superior
Sprache: Spanish
Permalink: https://search.fid-benelux.de/Record/base-26875482
Datenquelle: BASE; Originalkatalog
Powered By: BASE
Link(s) : http://repositorio.uraccan.edu.ni/1245/

Nicaragua y entre los países centroamericanos por la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos. Según el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres, Nicaragua en 2009 se vio afectada por 25 desastres hidrometeorológicos, la tasa más alta en el istmo. En los últimos 30 años, estos desastres han dejado un promedio anual de 1.880 víctimas por cada 100000 habitantes y han causado pérdidas económicas de unos US$2.000 millones. La topografía montañosa del país, abarca 21 cuencas hidrográficas, contribuye a su alta vulnerabilidad a este tipo de amenazas naturales. Esta vulnerabilidad se extiende por la conversión de tierras forestales en las cuencas altas para uso agrícola o ganadero. Esta situación, sumada a la falta de acceso de los productores a tecnologías productivas adecuadas para la agricultura en laderas, aumenta el riesgo de deslizamientos y erosión. Además, la deforestación contribuye a los cambios en el régimen de caudales de las cuencas afectadas, aumentando la probabilidad de inundaciones en zonas bajas. La degradación ambiental provocada por la actividad humana también contribuye en gran medida a acelerar los fenómenos peligrosos e incrementar los riesgos, especialmente aquellos relacionados a la inestabilidad de terrenos, inundaciones y procesos torrenciales, porque la deforestación, el manejo de las cuencas sin planificación, el uso extensivo del suelo, las prácticas agrícolas inadecuadas, la ocupación de las llanuras de inundación de los ríos etc., incrementan la intensidad y la probabilidad de los fenómenos, o la vulnerabilidad, según el caso. Por otro lado, es importante señalar que la pérdida de cobertura vegetal, especialmente la boscosa, además de generar la desregulación de la recarga de acuíferos y la pérdida de biodiversidad, pone también en riesgo la adecuada prestación de otros servicios ambientales, lo cual se traduce en daños a obras de infraestructura, pérdida de cultivos, de bienes productivos y de vidas humanas. Además, muchas de las principales cuencas ...