Uno de los personajes históricos más representados en el imaginario cultural mexicano lo constituye la emperatriz Carlota de Bélgica, cuya figura encarna pasiones y contradicciones que han sido llevadas al cine, la literatura, las historietas y las canciones, entre otros. A fin de analizar cómo es que se crea y se refuerza el imaginario colectivo, proponemos una lectura cruzada de los recursos retóricos y expresivos de las recreaciones de Carlota en las películas dirigidas por Miguel Contreras Torres entre 1933 y 1942 y dos historietas: “La emperatriz Carlota” (EDAR, 1959) y “La emperatriz Carlota” (Editorial Novaro, 1969). No obstante, a pesar de las diferencias entre estas producciones, demostraremos que el denominador común de ambas en la representación del Segundo Imperio mexicano (1864-1867) y la historia personal de la emperatriz es que vehiculan una ideología tradicionalista y maniquea que obedece al discurso nacionalista y moral de la época.